
De aquel 23F poco se ha sabido y, lo que se sabe, es un mentira fabricada a conveniencia de quienes escriben la historia. Para los que nos creemos casi nada de lo que no nos cuenta el sistema, resulta doloroso que hayan pagado justos por pecadores en una intentona golpista diseñada por el zángano de la Zarzuela con el beneplácito del PSOE. Un gran número de militares y guardias civiles fueron procesados cuando solo cumplían órdenes.

No es momento de juzgar ahora aquel hecho. De aquello, además de algunas imágenes y el recuerdo de algunos, quedan los disparos que un día el Teniente Coronel lanzase al aire, mucho ruido y pocas nueces. Disparos a los que solo un diputado, el Teniente Coronel Mellado, fue capaz de plantar cara mientras que el resto de diputados, incluido el presidente de gobierno, se tiraba al suelo con el semblante blanco ¡menudos valientes!. Dicen que también Fraga y Blas Piñar le echaron huevos, aunque de aquello no hay constancia alguna.
Lo cierto es que aquellos disparos han quedado en la bóveda del hemiciclo para que los golpistas, hoy revestidos de demócratas de toda la vida, cuenten la película a su manera y echen las culpas al Teniente Coronel Antonio Tejero, un hombre que pagó los platos rotos de otros, entre ellos del embriagado cazador de esos de nariz borbónica.
Lo que pocos saben es que Antonio Tejero, además de pagar el golpe con largos años de cárcel, tuvo que pagar cerca de un millón de las antiguas pesetas de su bolsillo para reparar los agujeros que las balas dejaron en los techos del Congreso de los diputados aquel 23F. Un millón de las antiguas pesetas del que no se ha vuelto a saber nada y que nunca fue utilizado para reparar unos agujeros que aún permanecen en el hemiciclo.
Sí los agujeros aun siguen allí ¿qué pasó con el dinero? Pues probablemente se lo han repartido los que nunca han dudado en robar de las arcas del estado a paso de tango o paso doble, porque al final, unos y otros, siempre han sabido repartirse muy bien el botín.
Así funcionamos en este país.
Flecha
2 comentarios:
El Parlamento Gallego ha aprobado una resolución para que no se puedan dedicar calles en Galicia a Fraga Iribarne, Suárez o Gutiérrez Mellado.
Uno de los pagos que tuvieron que hacer los condenados por el 23F consta en sentencia para reparar las moquetas del congreso. Esto es, porque se había meado algún diputado.
Tejero, víctima del sistema corrupto. Un héroe, sin duda.
Otro muchos militares se merecen que algún día, junto a Tejero, les sea restaurado su honor.
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