PSSSSSOE con S de sinvergüenzas

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, está de obras en casa. Pero no, Bermejo no ha tenido que pedir un préstamo al banco para terminar con las incómodas goteras, poner calefacción o cambiar las ruidosas tuberías, Bermejo se ha gastado 1.200 euros por metro cuadrado en las innecesarias reformas del heraldo público.

Así, con dinero de todos los españoles Bermejo se ha remodelado el pisito que el Estado le presta. Un gasto que es el doble de lo permitido por ley para construir una vivienda de protección oficial (VPO), minipisos incluidos.

El ático oficial está ubicado desde el pasado mes de enero en el edificio que el ministerio de Administraciones Públicas tiene en la madrileña Plaza de España. Las reformas encargadas por el Ministro de Justicia en la vivienda tuvieron un coste de más de 250.000 euros (41.500.000 millones de las antiguas pesetas) y la vivienda tiene un tamaño de 220 metros cuadros, por lo que el gasto en reformas es de más de 1.130 euros por metro cuadrado. Según la ley, el precio máximo de construcción que puede tener un módulo de vivienda protegida (VPO), excluyendo el precio del suelo, es de 585 euros el metro cuadrado, y de 758 euros el metro cuadrado incluyendo el precio del suelo.

Así viven nuestros políticos, de derechas y de izquierdas. Lo más sangrante es que en este caso se trata de un individuo que se las da de socialista, que milita en el mismo partido que socialistas de la talla de Bruno Alonso. Bermejo es uno de esos señores que bajo un falso socialismo vive a cuerpo de rey del heraldo público.

Ustedes no son socialistas, son sinvergüenzas.

“Un buen militante socialista ha de estar dispuesto en todos los momentos a los sacrificios materiales y morales que sean necesarios para el triunfo de los ideales obreros. La lucha por la clase obrera y por el socialismo es un combate sin tregua que se libra día a día, minuto por minuto, que requiere la entrega completa de nuestra vida, la consagración absoluta de nuestra existencia. Bienestar, comodidades, familia, tranquilidad del hogar, libertad y hasta la seguridad de la persona han de sacrificarse, no a título excepcional sino cotidianamente, en cada instante y cada minuto” Bruno Alonso, militante socialista de los de verdad.

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