Rosa, luchadora, la cabeza bien alta

Aunque tengamos nuestras diferencias, ambos pensamos en socialista, con matices, pero socialista. Ambos conocemos el valor de una libertad que, por nuestra condición de vascos, se nos ha querido arrebatar con violencia.

Será porque los dos despertamos nuestra coincidencia política de las profecías del ausente, por lo que siempre he sentido, además de un enorme respeto y admiración por ti, una gran complicidad. Te dije valiente cuando abandonaste el denostado y prostituido PSOE de ZP, y te digo valiente ahora cuando, frente a los que se dicen de "izquierdas", has salido victoriosa de una batalla librada en las aulas entre el totalitarismo y la libertad. No por más gritar tienen razón, y tú sabes, tan bien como yo, que al socialismo que nace del corazón ni el plomo ha sido capaz de silenciar.

Rosa, con la cabeza bien alta, así es como debes de defender la libertad frente a quienes se han creído amos de la calle, frente a quienes han encontrado en la España de ZP su particular coto de caza en el que imponer sus ideas totalitarias. Frente a quienes diciéndose antisistema, prefieren boicotear un acto tan democrático como el del otro día en la universidad de Madrid en lugar de enfrentarse al sistema y sus agentes.

Rosa, sin duda alguna estás siendo muy valiente, y esa valentía se verá recompensada en las urnas el próximo día 9 si no es suficiente recompensa el respaldo que UPyD está recibiendo de los españoles pese al silencio de los dos grandes partidos hegemónicos, caducos y desgastados, ansiosos de poder.

Rosa, mucho ánimo, ánimo porque en España hace falta gente valiente como tú.

"Por mucho que valgan las ideas, no pueden prosperar en el grado que deben si sus sostenedores, y principalmente los que ocupan las primeras filas, no son enteros, serios y morales. No sólo hacen adeptos los partidos con sus doctrinas, sino con los buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres". Pablo Iglesias, fundador del PSOE

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