miércoles, 2 de enero de 2008

Sus señorias nos estafan

De la Real Academia de la Lengua. Estafa: Delito consistente en provocar un perjuicio patrimonial a alguien mediante engaño y con ánimo de lucro.

Así es, los señores diputados, de derechas e izquierdas, nos están estafando. Unos señores que reciben al mes un mínimo de 2.918,63 euros. Cerca de medio millón de las antiguas pesetas que sale directamente del bolsillo de todos los españoles.

Pero hay más, el supuesto socialista, Manuel Marín, el presidente del Congreso, además de ese "sueldo base" de 2.918,63 euros, recibe como complementos un total de 10.017,15 euros mensuales (3.365,66 euros por ser miembro de la Mesa; 3.654,84 euros por gastos de representación y 2.996,65 euros por gastos de libre disposición). Esto significa que el sueldo de Marín está en los ¡¡13.000 euros mensuales!!.


Los vicepresidente de la Cámara, Carmen Calvo (PSOE) – sí, la que vemos en todas las fiestas de la yet set-, Jordi Vilajoana (CiU), José Joaquín Martínez e Ignacio Gil Lázaro (PP) cobran en concepto de complementos 1.283,15 euros por formar parte de la Mesa; 1072,31 euros para gastos de representación y 750,1 euros para gastos de libre disposición, lo que hacen un total de ¡¡¡3.105,56 euros!!!.


Los otros cuatro miembros de la Mesa del Congreso, que actúan como secretarios -María Jesús Sáinz y la exministra de sanidad, Celia Villalobos (PP), Javier Barrero (PSOE) e Isaura Navarro (IU-ICV)- perciben en total ¡¡¡2.588.69 euros!!! como complementos.


Por su parte, los portavoces de los ocho grupos parlamentarios cobran, además del sueldo base anteriormente mencionado, 1.847,06 euros para gastos de representación y 982,64 euros para gastos de libre disposición, mientras que los portavoces adjuntos perciben como 'pluses' 1.477,66 euros en el primer concepto y 687,11 euros en el segundo.

A todo lo anterior hay que sumarle "las ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos que sean indispensables para el cumplimiento de su función". En concreto, la cuantía mensual por este concepto asciende a 1.702,59 para los diputados de circunscripciones distintas a Madrid y a 812,68 euros para los electos por Madrid. Suma y sigue.

Y con estos sueldos los hay quienes, estafando al pueblo español de cuyos impuestos salen estos suelzados, se permiten el lujo de no acudir a trabajar, es decir, de no pisar el Congreso.

Un Congreso de los Diputados prácticamente vacio es el pan nuestro de cada día. Sus señorías los estafadores no dudan en acudir a votar cuando se trata de subirse el sueldo ¡menudo son ellos!.

Y yo me pregunto ¿cómo pueden tener el valor de pedirnos el voto cuando luego tienen la poca vergüenza de no ir a trabajar? Si ellos que supuestamente nos representan no van ¿quien se supone que nos representa?

¿Qué podemos esperar de unos señores que nos garantizan un sueldo mínimo interprofesional de ¡¡¡540,9 euros al mes !!! y luego ellos ganan un mínimo de 2.918,63 euros ? ¿Qué podemos esperar de unos señores que viajan en coche oficial y no pisan el transporte público ni conocen su problemática? ¿Qué podemos esperar de unos señores que tienen costeado hasta el almuerzo? ¿Qué podemos esperar de unos señores que gobiernan una España con una seguridad social que deja mucho que desear cuando ellos se benefician de la sanidad privada sufragada con nuestros impuestos? ¿Cómo van a conocer ellos como viven nuestros pensionistas y viudas, en la cola de Europa, si tienen garantizada una pensión vitalicia? ¿Qué sabrán ellos de los contratos basura, del despido improcedente, del paro… si al no ser elegidos nuevamente se les indemniza con una suculenta cifra económica? Si nuestros diputados no conocen los problemas de la calle, del ciudadano corriente ¿Cómo van a solucionarlos?

Sus señorías son unos estafadores, sus señorías son corruptos, sus señorías nos engañan, ¿no es momento de desalojar el Parlamento? El Parlamento para los ciudadanos, el Parlamento para las personas.

Flecha

PD.: No, la foto no pertenece al 23F, sus señorías no están tras las butacas. La foto pertenece nada más y nada menos a la votación de los presupuestos generales del estado. Casi nada.

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